viernes, 7 de septiembre de 2012

Lo llamaban melancolia


Como que se me apaga el día pensando en sus ojos,
como que quedan rastrojos que infectan la herida,
que mis puertas ya no abren cerrojos,
que todos los lunes me quedo sin salida.

Como que salgo a la calle sin ganas de vida,
como que ando pendiente de cada esquina,
por si de repente la peinan sus cabellos,
cual vuelo errante de una golondrina.

Que no se que hacer para olvidarte
que me he olvidado ya de amar y hasta de odiarte
el otoño me habla de ti hasta el hastio
cada hora de las tardes de domingo.