con la ayuda de un pincel mundano,
se bendice el haber tocado el cielo
con la palma de la mano,
Las mentiras en el vals de los ahorcados,
se recortan olvidadas, echadas a un lado
los mercenarios con corazón de maniquí
y cuerpos de soldado se han largado,
Solo queda el fieltro gris de la venganza
el tizne azul del duermevela
hay quien reza en tiempos de bonanza
a la virgen de eterna letra,
no me juzguéis por desiertos de la droga
no me atéis a la rutina
que el cielo se me cae encima
que se muere en el pecho una paloma,
vestida con el agua cristalina
de los sueños vespertinos que me ahogan.
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