camino por la tierra sin razón de vida
vestido con mi disfraz de amor suicida
en ocasiones abocado a la bebida
albergo en mi corazón mujeres de fuego,
Un marino ante los problemas sereno
que acaba con una mirada encallado,
la crueldad de unas caderas o un trago
me hacen revivir como un milagro
y con tiempo me salvan el cuello.
Un vendedor ambulante de sueños,
mentiroso compulsivo ante una dama
a un maldito diablo vendí mi alma
para poder atarte de noche a mi cama
mas aun condenado no te tengo.
Caballero, marino, mercader,
pocas mujeres tengo que me quieran
si para tenerte tengo que ganar o perder
apuesto la palabra, la pluma y la lengua.
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